La población joven de nuestro país vive constantemente lidiando con la presión social que les impone ciertos estándares, que no siempre son sencillos de alcanzar. Y no por falta de interés, formación, ganas o experiencia sino por la precariedad que rodea el mercado laboral.
Desde las Plataformas Sociales Salesianas queremos darle la vuelta a esta situación, cuestionando y poniendo sobre la mesa las trabas que se encuentran las personas que tienen entre 16 y 29 años en el acceso al mercado laboral.
¿Qué situación viven las personas jóvenes en España?
En España hay 540.000 jóvenes en situación de desempleo. El porcentaje de jóvenes en paro entre los 16 y los 25 años es 18,3 puntos superior a la media española (31% frente al 12,7% del total), según los últimos datos de la EPA Encuesta de Población Activa),analizados en marzo de 2023.
A esta desalentadora cifra tenemos que sumarle los bajos salarios, la temporalidad, la falta de oportunidades y la dificultad para emanciparse.
¿Cómo entendemos el empleo desde las Plataformas Sociales Salesianas?
El trabajo debe ser más que un medio para sustentarse y cubrir las necesidades básicas de la vida. Desde las Plataformas Sociales Salesianas, entendemos el concepto de “trabajo digno” como aquel que permite a las personas, no solo satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia (trabajo decente), sino también desarrollarse y crecer en sus aspiraciones personales y profesionales.
Un trabajo u ocupación que vaya de la mano de la dignidad esencial de todos, hombres y mujeres, libre de discriminación, pleno en respeto a los derechos y que permita cubrir las necesidades de las familias, impulsa el desarrollo personal y espiritual.
Desde las Plataformas Sociales Salesianas se entiende el trabajo digno cuando permite a la persona cumplir con las siguientes condiciones:
- Desarrollo profesional que permita sintetizar las aspiraciones de las personas durante su vida laboral, ayudando al desarrollo profesional.
- Salario justo, a través de un puesto de trabajo productivo que genere un ingreso justo, acorde a la coyuntura económica del momento.
- Conciliación, dejando espacio para encontrarse adecuadamente en el ámbito personal, familiar y espiritual.
- Igualdad, para evitar la discriminación y generando las mismas oportunidades para todos y todas, tanto en el ámbito de la proyección profesional, como la salarial.
- Integración de colectivos que puedan estar o estén en riesgo de exclusión social, garantizando la igualdad de oportunidades, el acceso al mercado de trabajo e incentivando el respeto por la diversidad.
- Seguridad laboral, mediante un entorno de trabajo que garantice la prevención y cobertura de accidentes laborales y una cobertura social.
¿Qué espera la sociedad de ellos y ellas?
Los y las jóvenes se enfrentan a una serie de exigencias por parte de la sociedad a la hora de realizar una entrevista de trabajo pero la realidad es que cumplir todos o la mayoría de estos requisitos no siempre implica acceder a ese puesto de trabajo. Esto genera frustraciones e inseguridades que dificultan el proceso.
Pongamos a la juventud en el centro
En la campaña “Esperaba más de ti” compartimos testimonios de personas jóvenes que narran cómo es su situación actual, sus miedos, sueños y frustraciones en el acceso al mercado laboral. Cuentan también su experiencia enfrentándose a esas exigencias de la sociedad y nos expresas lo que ellos y ellas esperaban de la sociedad.
Por todo ello y en correlación con lo que, desde nuestras entidades entendemos un trabajo digno, nos sumamos al manifiesto Iglesia por el trabajo decente que en 2023, con el lema «Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable«, señalamos que ha llegado el momento de adoptar políticas y compromisos en favor de empleos dignos y saludables, desde el derecho a ello, y no como un privilegio.