En la constante búsqueda de fortalecer la protección de nuestros niños y niñas, la CEPSS y sus entidades afiliadas están dedicando esfuerzos considerables. Un elemento esencial para que los sistemas de protección cumplan su cometido radica en la participación activa de los actores clave que intervienen en ellos. En este contexto, es fundamental no solo informar a las familias sobre estos sistemas, sino también involucrarlas en su diseño y aplicación, para que se conviertan en herramientas efectivas cuando más se necesitan.
Explorando Nuevas Perspectivas
El 5 de octubre, el grupo de trabajo estatal de SdPI se unió en una mesa de diálogo organizada por la CEPSS, enfocada en descubrir nuevas estrategias para fomentar la participación de las familias en la creación de entornos seguros. La sesión estuvo a cargo de Laura García Pérez, educadora social y psicopedagoga con una amplia trayectoria en la construcción de espacios seguros para la convivencia, y fundadora del proyecto Crecersumando. También participaron profesionales de los equipos educativos de las entidades que trabajan directamente con las familias.
Claves para la Creación de Espacios de Buen Trato
Durante este encuentro, se analizaron los desafíos y objetivos relacionados con la promoción de la participación de las familias en la creación de entornos seguros. Laura García enfatizó la importancia de llevar a cabo acciones que fomenten el buen trato, acciones que generen un sentimiento de bienestar. En ocasiones, sin siquiera percatarnos, incorporamos prácticas que no cumplen con esta premisa. Algunas de las claves que se exploraron incluyen:
- Ausencia de miedo: Crear un ambiente donde las familias se sientan seguras y sin temor.
- Horizontalidad: Establecer relaciones igualitarias y sin juicios ni manipulaciones.
- Aceptación incondicional: Fomentar la aceptación sin condiciones, sin críticas, y sin intentos de modificar a las personas.
Estas claves son fundamentales para guiar a las familias en la internalización de los sistemas de protección y para que puedan formar parte activa de los mismos. Esto implica que las familias puedan:
- Aprender de modelos de relación positiva.
- Identificar situaciones que no sean de buen trato.
- Solicitar ayuda si perciben que alguien no las trata con respeto.
- Ser conscientes de su papel en el proceso.
Además, Laura compartió insights sobre la teoría Polivagal de Porges y su relación con el comportamiento humano. Se discutieron acciones y dinámicas concretas para identificar conductas violentas, mejorar la comunicación con las familias y fortalecer su sensación de seguridad. Estos esfuerzos, sin duda, contribuirán a continuar mejorando nuestros sistemas de protección infantil.
Este proceso de cambio y participación activa de las familias es esencial para garantizar un entorno seguro y saludable para nuestros niños y niñas, y es un paso significativo hacia el fortalecimiento de la protección infantil en nuestra sociedad.