Con motivo del 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, las Plataformas Sociales Salesianas unen esfuerzos para lograr un mercado laboral capaz de ofrecer empleos dignos, que permitan construir vidas de calidad
El trabajo debe ser más que un medio para sustentarse y cubrir las necesidades básicas de la vida. Desde las Plataformas Sociales Salesianas, entendemos el concepto de “trabajo digno” como aquel que permite a las personas, no solo satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia (trabajo decente), sino también desarrollarse y crecer en sus aspiraciones personales y profesionales.
Trabajo digno por derecho, y no como privilegio
El artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce el derecho al trabajo y a la sindicación. Toda persona tiene derecho a trabajar para poder vivir con dignidad; derecho al trabajo es esencial para la realización de otros derechos humanos y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana.
Teniendo como premisa este artículo de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en el marco del Día Internacional del Trabajo, las Plataformas Sociales Salesianas queremos reflexionar sobre la importancia que tiene el empleo digno para el desarrollo de un modelo de vida digna y sobre todo, como instrumento de integración de las personas en situación de vulnerabilidad, visibilizando cuál es su situación de precariedad laboral. Para ello, y junto a todas las entidades miembro, se ha preparado un argumentario donde se expone los porqué, las causas y análisis actualizado de la situación laboral en nuestro país, centrándonos en dichos colectivos vulnerables.
Temporeros y temporeras del campo
La pandemia ha puesto de manifiesto con toda su crudeza problemas que permanecían más o menos ignorados desde hace tiempo haciendo saltar las costuras del sistema.
Han sido ejemplo de esta realidad, los asentamientos chabolistas cronificados de Huelva o Almería, o las condiciones en las estas personas han vivido en Lleida, con muchas de ellas durmiendo en las calles, siendo conscientes de que esta realidad se repite en muchas otras provincias.
Es un sector que necesita un cambio estructural de las condiciones de trabajo en el campo, que haga atractivo trabajar en el campo que asiente la población en el medio rural, que ponga en valor el sector agrario y a las personas, su modernización, así como mejorar las rentas y la calidad de vida de éstas.
Personas que superan los 50 años de edad
En España, a 31 de mayo de 2021, los datos nos muestran que un total de 6,929 millones de personas buscaban trabajo, de las que 2,584 millones, el 37,29%, tenía más de 50 años. Pero hay un dato más que preocupante: casi un millón de personas (929.000) con 50 ó más años buscan empleo desde hace más de dos años.
Personas empleadas a tiempo parcial
La temporalidad y la parcialidad involuntarias, están muy extendidas en el mercado de trabajo español, sufriéndolo en pero mayor medida las personas más discriminadas: mujeres y personas de origen extranjero (extranjeros y con doble nacionalidad).
De cada 100 personas ocupadas en el mercado laboral español, sólo 65 tienen un contrato indefinido a jornada completa. El resto, 35 de cada 100, afrontan una situación de precariedad: 20 cuentan con un empleo precario temporal (a jornada completa), 8 con uno parcial (indefinido) y 7 sufren una situación de precariedad laboral extrema, soportando un contrato temporal a jornada parcial.
Trabajadoras del hogar
España tiene una importante asignatura pendiente con estas trabajadoras, la ratificación del Convenio nº 189 sobre Trabajo Decente para las Trabajadoras y Trabajadores Domésticos, aprobado en junio de 2011 por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo. La no ratificación del convenio supone la vulneración de derechos fundamentales de las trabajadoras y trabajadores, entre ellos el derecho a una prestación económica por desempleo a la cual, a fecha de hoy no tienen acceso.
¿Cómo entendemos el empleo desde las plataformas sociales salesianas?
Desde las Plataformas Sociales Salesianas se entiende el TRABAJO DIGNO cuando permite a la persona cumplir con las siguientes condiciones de vida.
- Desarrollo profesional que permita sintetizar las aspiraciones de las personas durante su vida laboral, ayudando al desarrollo profesional.
- Salario justo, a través de un puesto de trabajo productivo que genere un ingreso justo, acorde a la coyuntura económica del momento.
- Conciliación, dejando espacio para encontrarse adecuadamente en el ámbito personal, familiar y espiritual.
- Igualdad, para evitar la discriminación y generando las mismas oportunidades para todos y todas, tanto en el ámbito de la proyección profesional, como la salarial.
- Integración de colectivos que puedan estar o estén en riesgo de exclusión social, garantizando la igualdad de oportunidades, el acceso al mercado de trabajo y incentivando el respeto por la diversidad.
- Seguridad laboral, mediante un entorno de trabajo que garantice la prevención y cobertura de accidentes laborales y una cobertura social.
Por todo ello:
Desde las Plataformas Sociales Salesianas nos sumamos al manifiesto Iglesia por el trabajo decente que en 2022, con el lema » Sin compromiso, no hay trabajo decente«, señalamos que ha llegado el momento de adoptar políticas y compromisos en favor de empleos dignos, desde el derecho a ello, y no como un privilegio.