El pasado martes día 13 de julio, la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas participó con diferentes entidades en un grupo focal (o entrevista grupal) a modo de espacio de reflexión promovido por el proyecto Holistic con el fin de conocer el impacto social de la implementación de políticas de salvaguarda en las organizaciones.
Holistic es un proyecto de la Universidad Pontificia Comillas, destinado al acompañamiento, asesoramiento y formación de entidades, con vistas a la creación de entornos de cuidado y de buen trato para los niños y las niñas. Entre sus objetivos, se encuentra capacitar a las organizaciones para detectar indicadores de abuso o de violencia; intervenir de la manera más adecuada, segura y eficaz; trabajar en la prevención de toda forma de violencia; cumplir con las exigencias legales y con los estándares internacionales; adoptar una posición positiva y proactiva en el cuidado integral de las personas menores de edad y en la defensa de sus derechos; promover la cultura del buen trato y del cuidado mutuo, en coherencia con la Misión de la organización.
Pero conseguir todos estos logros implica la producción de cambios y, por ello, Holistic también se preocupa de conocer cuál es el impacto social del propio proyecto en las entidades que reciben sus servicios, y por generar una herramienta que permita a las organizaciones, que disponen de políticas de salvaguarda o están caminando hacia una cultura de buen trato en sus entidades, conocer el impacto social que dichas acciones tiene en su organización, en su entorno y en las personas que de una u otra forma se encuentran en contacto con las entidades.
El objetivo del grupo focal que tuvo lugar el día 13, con responsables de la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas, Federación Pinardi, Fundación Entreculturas, Fundación María Auxiliadora, FISAT, Fundación Mornese y Fundación JuanSoñador, fue poder validar la teoría del cambio del proyecto Holistic, así como conocer los impactos o cambios positivos y negativos que tiene para los responsables y sus organizaciones el disponer (o no) de políticas de salvaguarda y buen trato para la infancia.
Entre las conclusiones preliminares se llegó a un consenso respecto a las siguientes, referentes a las políticas de salvaguarda:
- Que las barreras principales son: la falta de recursos (y tiempo), la dificultad para la implementación y la priorización de la intervención que limita poner foco en otros aspectos como la salvaguarda.
- Que el impacto negativo más significativo es la ruptura con modelos de intervención y estilos educativos previos.
- Que los impactos positivos más consensuados son: Mejora del buen trato en toda la organización (empleados/as, voluntarios/as, etc.) y no solo de los niños y las niñas. Mejora en la sistematización de protocolos y unificación de criterios. Potencia la creación de entornos seguros en la sociedad (voluntarios/as, familias de menores, etc.). Mayor capacidad de prevención y detección del abuso. Ayuda a cumplir el fin misional. Y mayor seguridad de los responsables en sus equipos.
- Que nos queda camino en: Involucrar a los niños y las niñas en el diseño e implementación de políticas de salvaguarda, en la mejora de recogida de evidencias y evaluación de las políticas de salvaguarda.
La próxima semana hablaremos con educadores y educadoras de las diferentes entidades para tomar su voz en la materia de salvaguarda y buen trato, para posteriormente hacerlo con el resto de los grupos de interés hasta conseguir disponer del mapa de impacto de las políticas de salvaguarda.
Para junio del 2022 esperamos desde Holistic poder apoyar a las organizaciones en la medición del impacto social de sus políticas de salvaguarda con la creación de una sencilla herramienta que ayude a mejorar la gestión de las acciones encaminadas a crear entornos seguros y de buen trato.
Beatriz Delfa Rodríguez, Investigadora de la Cátedra de Impacto Social – Universidad Pontificia Comillas