El programa Teranga de la Fundación JuanSoñador cumple diez años. Y para celebrarlo reunieron a los migrantes ourensanos, y no sólo migrantes, en su local de la calle Peña Trevinca. La proyección de un vídeo por la mañana y una fiesta por la tarde, en el parque Miño, fueron los actos. Nada en comparación con el cariño que desprenden.
Teranga es una palabra en wolof, una de las lenguas de Senegal, que significa acogida, hospitalidad. Como la que traslada Javier Maíllo, coordinador del programa. «Hacemos un trabajo integral con las personas migrantes. En estos diez años han pasado más de mil personas por el centro (que empezó siendo una casa de acogida para 24 plazas). Les ofrecemos orientación», detalla.
Disfrutando de un café solidario estaban Jenny Basora, dominicana; y las brasileñas Thaslla Liharona y María de Fátima da Concepción, recién llegadas; o Diego Carvalho, también brasileño; o el profesor asturiano Jesús Ángel Cid. Todos coinciden, «estos centros son imprescindibles». Del vídeo se encargó Lara Rives, educadora. «Aquí hay gente tan distinta que todos nos enriquecemos».