Manuel José Fompedriña Pena escribió este fantástico relato para dar su testimonio sobre su paso por ‘Toma las riendas’:
Hace mucho tiempo, nació un dragón (yo) y desde pequeño tuvo problemas, pues era muy extraño y los humanos lo atacaban. Esto hizo que el dragón usara su aliento para defenderse (el vocabulario) y desarrolló unas escamas firmes y resistentes para defenderse (creé un muro y me encerré en mi mundo). De vez en cuando el dragón salía a arrasar una aldea cercana (todas las personas de mi alrededor). Tras varios años de arrasar con todo, el dragón se sumió en un profundo sueño (dejé mi conducta pero seguí en mi mundo). Un día llegó al pueblo una sacerdotisa (vosotros y este proyecto) y el dragón tras intentar amedrentar a la sacerdotisa y ver que era inútil, decidió confiar en ella y descubrió que no todos los humanos eran salvajes y agresivos. Tras mucho tiempo con ella (el transcurso del proyecto), decidió dejar de ocultarse y pensó que era lo mínimo por todo el esfuerzo de la sacerdotisa. Así que un día extendió sus alas llenas de suciedad y polvo y decidió buscar un lugar donde ser feliz. Voló en busca de ese paraíso (mis sueños) y ya nada lo frenaría.