Nuevos pasos hacia sistemas de protección internos más accesibles y participativos

Desde el grupo de trabajo estatal del programa SdPI seguimos trabajando para favorecer y afianzar la participación de los agentes clave en todo lo relativo a los Sistemas de Protección. Que los niños, niñas, adolescentes y familias conozcan el Sistema y se impliquen en su implementación y mejora, sigue siendo uno de los objetivos principales del grupo.

De ahí que la primera mesa de trabajo de este año, celebrada el pasado 25 de abril, haya versado sobre cómo favorecer la participación y la implicación familiar en los SdPI de la CEPSS y las entidades miembro. Esta jornada pretendía seguir avanzando respecto a lo abordado en la mesa de trabajo del pasado año, en la que también se trataron temas de participación familiar y buen trato. Sin embargo, esta última ha supuesto un paso más en cuanto a conocer actividades y recursos concretos que nos ayuden a “aterrizar” y a mejorar, de manera más colaborativa, las herramientas y protocolos del SdPI.

La mesa estuvo dinamizada por Begoña Ruíz, psicóloga y educadora especializada en Entornos Seguros para la Infancia y la Adolescencia, que desarrolla su labor en el programa Tratu-on, desde el que se fomenta la sensibilización, formación y asesoramiento de protección y buen trato a la infancia y adolescencia. En la sesión, además de participar los referentes de protección de las entidades, también participaron otros profesionales de los equipos educativos que trabajan con las familias.

Algunas claves y recursos para favorecer la participación de las familias en el SdPI

Durante la mesa de trabajo inicialmente pudimos reforzar los aspectos más destacados sobre buen trato y entornos seguros, lo que sirvió de contexto para la presentación posterior de herramientas y dinámicas concretas para poder abordar y trabajar cuestiones como el mapa de riesgos o los protocolos de actuación, de manera colaborativa con las familias.

Algunas de las claves que Begoña Ruíz nos compartió fueron:

  • A la hora de trabajar con las familias, centrarnos en el locus de control interno, lo que hacemos o no hacemos desde nuestras entidades para que algo funcione o no funcione, y no en lo que las familias hacen o dejar de hacer.
  • Las familias tienen que sentirse escuchadas y confiadas para poder poner en marcha el sentido de la responsabilidad y querer implicarse en la elaboración de las propuestas.
  • La importancia del modelado, lo que las familias ven y experimentan en nuestros centros tiene mayor impacto que lo que les llegue de manera oral.
  • Generar espacios de participación para trabajar conjuntamente: familias, infancia y profesionales.

La evaluación de las jornadas por parte de los profesionales que han participado ha sido satisfactoria, destacándose la adecuación de los contenidos y su adecuación a la realidad en la que trabajamos.

Facebook
Twitter
LinkedIn